El temor de los vecinos tiene forma de escombros; de una viga de hormigón que cruza ambos extremos del Canal Sur sosteniendo la nada; de un tablero de concreto que yace en el fondo, bañado por agua podrida; de otro puente, de idénticas características al que se desplomó el 20 de septiembre, que se mantiene intacto a sólo 50 metros. Un cruce del que no se tienen certezas, pero que cientos de vehículos atraviesan a diario, a pesar de que se prohibió el tránsito pesado. Un camino que genera desconfianza en quienes deben ir o volver de Manantial Sur, pero que muchos se ven obligados a tomar porque no hay otro cruce cercano.
Eran casi las 11 de la mañana y el sol golpeaba con fuerza. Autos y camionetas esquivaban ayer los montículos de tierra que se volcaron en los accesos y atravesaban el puente que se encuentra íntegro en Canal Sur y avenida Colón; a pesar de que, luego del siniestro, sólo se habilitó para motocicletas y peatones, se puso una consigna policial y se instalaron carteles que prohiben el paso de tránsito pesado.
Los argumentos de Falivene tras la caída del puente de Canal SurKarina cruzaba a pie, de sur a norte, por el puente. “Me da miedo pasar por acá, pero no nos queda otra”, reconoció la vecina de Manantial Sur. “Si no, tenemos que ir a los puentes de la avenida Alem o de la Independencia, que quedan mucho más lejos. Es un paso obligado porque uno tiene que ir a buscar a los chicos a la escuela”, le dijo a LA GACETA.
La mujer recordó que, con una tormenta de diciembre de 2014, el agua del canal destruyó el puente peatonal ubicado en Américo Vespucio al 3.000 y arrastró al joven Franco Núñez, quien permanece desaparecido. “Aquí los vehículos pasan lo mismo, por eso la tierra está toda asentada. Es un riesgo todos los días. Sinceramente, tenemos miedo”, agregó.
Bajo estudio
El ingeniero Ricardo Abad, titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), hizo hincapié en que, a pesar de los esfuerzos por impedirlo, autos, camionetas y camiones atraviesan el puente. Afirmó que el sábado reforzaron los montículos de tierra en los accesos, ya que estaban aplanados por el paso de camiones.
El empresario Falivene sostiene que el puente de Canal Sur cayó por un impacto del camiónLa estructura está siendo estudiada por un equipo de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que también se encarga de realizar las pericias oficiales del puente que se desplomó. Abad indicó que los resultados de los trabajos podrían estar para fin de año. Hasta no tener certezas del estado que se encuentra el cruce colgante y de lo que provocó la caída de su “gemelo”, se decidió cerrar el tránsito de manera preventiva.
Roberto caminaba junto a su hijo a metros del cruce caído. Aseguró que, a pesar de los montículos de tierra que se arrojaron en el único cruce que sigue en pie, avanzan por ahí todo tipo de vehículos. “Hasta los Bomberos pasaron por ahí el fin de semana”, aseveró. Otra vecina, que vive en el barrio Ejército Argentino y prefirió no dar su nombre, afirmó que cruza el puente a pie y no en moto porque le da temor. “Es un riesgo que se corre, que este también se pueda venir abajo. Pasan vehículos pesados, a pesar del cartel que prohíbe el paso”, indicó la mujer.
Silvia, que se dirigía hacia la casa de su hermana en el barrio Los Lapachos, se bajó de un taxi junto a sus hijos para atravesar el viaducto a pie. “Mi hermana me dijo que les afectó mucho la caída del puente. Cuando andan en vehículo tienen que ir hasta la Alem; si no tienen que pasar por acá caminando”, aseguró.
Versiones cruzadas
Juan Carlos Falivene, socio gerente de la empresa que ganó la licitación de los cruces, presentó un informe elaborado por dos peritos de parte en los que se adjudica el siniestro a una colisión del camión. Aseguraron que el proyecto de los puentes lo realizó la DPV y que sugirieron modificar los diseños, pero que se lo denegaron. Además, recomendó reforzar la estructura que está en pie para impedir otro siniestro.
Abad remarcó que, por el momento, se desconoce qué ocurrió en el puente que colapsó, por lo que no se realizarán nuevos trabajos. “No podemos hacer un refuerzo porque tenemos que tener certeza de dónde estaba la debilidad del otro (puente). Supongamos que sea lo que la empresa dice; de todas maneras había un punto crítico. Supongamos que no es eso, sino mala praxis, por ejemplo. Lo mismo hay que tomar las decisiones en función de eso. Entonces, hasta que no tengamos la respuesta de la Universidad, no vamos a hacer nada con el otro puente”, explicó.